Dieta mediterránea
¬ DIETA MEDITERRÁNEA
NUESTRA HUERTA: UNA HERENCIA MUY SANA
"NUESTRA HUERTA, UNA HERENCIA MUY SANA", CAMPAÑA DE COMUNICACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN SOBRE RECUPERACIÓN DE LA DIETA MEDITERRÁNEA
Campaña comunitaria de difusión de mensajes de salud sobre alimentación saludable que utiliza los soportes publicitarios del mobiliario urbano. Uso de 80 ubicaciones en mupis de la vía pública, tanto del casco urbano como de las pedanías.
Está demostrada la relación entre seguir la típica dieta mediterránea y la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades neurodegenerativas (alzheimer y parkinson), por lo que son pertinentes las campañas de sensibilización que movilicen hacia la creación de hábitos sanos.
Objetivos:
● Reforzar la idea de recuperar la tradicional alimentación mediterránea de la huerta de Murcia. Asociar la alimentación mediterránea con un estilo de vida mediterráneo, luz, vida en el exterior, familia, etc.
● Resaltar el papel de los alimentos frescos y de temporada, típicos murcianos en la dieta mediterránea y asociar su consumo con los nuevos hábitos de vida.
● Incluir la idea de mejorar la calidad de vida relacionada con la salud creando hábitos saludables.
● Resaltar la importancia de heredar la cultura alimentaria de nuestros mayores y, de transmitirla por estos al resto de la sociedad.
Ejes:
● Invitar al consumo de alimentos frescos de temporada creando mensajes claros y sencillos, directos y dirigidos a la cultura murciana.
● Facilitar la empatía del consumidor con la campaña, los productos y la relación intergeneracional, optando por un tono y una estética actuales y vitalistas.
Público Objetivo:
● Información destinada a toda la sociedad, pero los colectivos estratégicos son personas adultas que pueden tomar decisiones de compra y cocina en los hogares y personas mayores conocedoras de la cultura alimentaria mediterránea.
"ENSEÑAR A COMER ES ENSEÑAR A CRECER". DÍA NACIONAL DE LA NUTRICIÓN 2012
Aula de la salud y de los sentidos
"AULA DE LA SALUD Y LOS SENTIDOS" TALLERES DE ALIMENTACIÓN SALUDABLE Y GASTRONOMÍA DE MURCIA
Proyecto de talleres de cocina y salud en el Aula de Cultura Gastronómica de Verónicas para mejorar la calidad de la dieta de los colectivos de mayor riesgo nutricional (niños, mayores y enfermos crónicos) mediante la educación en hábitos de alimentación saludable, de una forma práctica, a través de la experiencia que se puede concretar en la oferta alimentaria de los mercados municipales y en las técnicas culinarias para elaborarlos.
Otra modalidad de desarrollo de este programa es el realizado directamente en las sedes de los Centros Sociales de mayores.
Como objetivos específicos, se establecen los siguientes:
● Reconocer la importancia de una alimentación equilibrada y sana y reflexionar sobre las actitudes necesarias para mantener unos buenos hábitos de salud.
● Reconocer, valorar y defender el patrimonio alimentario local y la propia cultura alimentaria
● Experimentar en primera persona el valor diferencial de la compra en el mercado: atención personalizada, cantidades ajustadas al consumo particular, orientación sobre el producto, activación social del entorno, etc.
● Difundir y comunicar los valores del mercado de productos frescos. Valorar la importancia del producto de proximidad como elemento fundamental de la sostenibilidad alimenticia y la activación económica del territorio.
● Capacitar para la compra de alimentos y su elaboración adaptada a las diferentes situaciones fisiológicas o patologías.
● Proporcionar herramientas que capaciten a los mayores para realizar una alimentación saludable, posibilitando el desarrollo de habilidades personales.
El taller consiste en la elaboración de tres recetas que forman una comida completa, un primer plato (crema de verduras tricolor), un segundo plato (salmón con salsa de habas) y un postre (calabaza con queso fresco) con las siguientes características: Sencillas, rápidas de elaborar y baratas, Atractivas: con cualidades sensoriales adecuadas de presentación, color, olor, textura etc., Saludables y que permitan hacer uso de alimentos que necesitan ser reforzados en la dieta, tales como verduras, pescado azul, lácteos etc.
La metodología es teórico-práctica, dinámica y participativa con la interacción continua de los asistentes. En el desarrollo de estas se invita a los mayores a participar en la elaboración de las recetas.
El taller está coordinado por un/una cocinero/a profesional que al mismo tiempo que elabora los platos relata los beneficios para la salud de cada alimento y forma de preparación. Al finalizar el taller se invita a los asistentes a la degustación de los platos preparados.
Las sesiones tienen una duración de dos horas.
Las actividades previstas en el aula cultura gastronómica, dirigidas al ámbito comunitario, se canalizan mediante la invitación a participar de dos Centros Sociales de Mayores en los talleres que también están abiertos a la participación de cualquier ciudadano de edad adulta:
- Taller de salud y gastronomía de Murcia. Elaboración de menús saludables que incluyan componentes de la dieta mediterránea con incidencia en la prevención cardiovascular y del deterioro cognitivo.
- Taller de gastronomía de Murcia ADAPTADA a distintas patologías crónicas: taller de celiaquía, taller para pacientes renales, taller para diabéticos, obesidad, etc. Elaboración de menús saludables que incluyan componentes de la dieta mediterránea con incidencia en la prevención cardiovascular y del deterioro cognitivo.
Los destinatarios de estos talleres son personas mayores socios de los Centros sociales invitados en cada sesión y los usuarios de la plaza de abastos.
LA DIETA MEDITERRÁNEA: PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD
La pirámide de la Dieta Mediterránea se actualiza para adaptarse al estilo de vida actual
(Fuente: Fundación Dieta Mediterránea www.fdmed.org)
La pirámide tradicional de la Dieta Mediterránea (DM) se ha puesto al día para adaptarse al estilo de vida actual. Por iniciativa de la Fundación Dieta Mediterránea y en colaboración con numerosas entidades internacionales, un amplio grupo de expertos pertenecientes a disciplinas diversas, desde la nutrición a la antropología, pasando por la sociología y la agricultura, ha consensuado un nuevo esquema que enriquece la representación gráfica con la incorporación de elementos cualitativos. La nueva pirámide sigue la pauta de la anterior: sitúa en la base los alimentos que deben sustentar la dieta, y relega a los estratos superiores, gráficamente más estrechos, aquellos que se deben consumir con moderación. Pero además se añaden indicaciones de orden cultural y social íntimamente ligados al estilo de vida mediterráneo, desde un concepto de la dieta entendida en un sentido amplio. No se trata tan sólo de dar prioridad a un determinado tipo de alimentos, sino a la manera de seleccionarlos, de cocinarlos y de consumirlos. También refleja la composición y número de raciones de las comidas principales.
Los beneficios de la Dieta Mediterránea sobre la salud y su papel en la prevención de muchas enfermedades crónicas son hoy por hoy una evidencia científica. La pirámide que la representa incluye todos los grupos de alimentos. Que una dieta sea saludable o perjudicial depende de la proporción de cada uno de estos grupos y de la frecuencia de consumo. El patrón es una pauta para la alimentación de la población adulta sana y debe ser adaptado a las necesidades específicas de los niños, las mujeres embarazadas y otras condiciones de salud.
La pirámide sitúa en la base los alimentos de origen vegetal, que proporcionan nutrientes clave y otras sustancias protectoras que contribuyen al bienestar general y a conseguir una dieta equilibrada. Por estas razones, deberían ser consumidos con mayor proporción y frecuencia que los alimentos situados en los niveles centrales y en el vértice. Estos últimos se deberían consumir en cantidades moderadas, o de manera ocasional, reservándolos para ocasiones festivas y excepcionales.
La pirámide establece pautas alimentarias de cumplimiento diario, semanal y ocasional, para lograr una dieta saludable y equilibrada:
Diariamente
● Las comidas principales no pueden prescindir de tres elementos básicos: Cereales Una o dos raciones por comida, en forma de pan, pasta, arroz, cuscús u otros. Deben ser preferentemente integrales ya que algunos nutrientes (magnesio, fósforo, etc) y fibra se pueden perder en el procesado.
Verduras deberían estar presentes tanto en la comida como en la cena, aproximadamente dos raciones en cada toma. Por lo menos una de ellas debe ser cruda. La variedad de colores y texturas aporta diversidad de antioxidantes y de sustancias protectoras.Frutas una o dos raciones por comida. Deben ser el postre habitual.
● Se debe garantizar el aporte diario de entre 1,5 y 2 litros de agua. Una correcta hidratación es esencial para mantener un buen equilibrio de agua corporal, si bien las necesidades varían según la edad de las personas, el nivel de actividad física que se realice, la situación personal y las condiciones climáticas. Además de beber agua directamente, el aporte de líquido se puede completar con infusiones de hierbas con azúcar moderado y caldos bajos en grasa y sal.
● Productos lácteos Preferiblemente en forma de yogur y queso bajos en grasa. Su consumo debería ser moderado (en torno a dos raciones diarias); contribuyen a fortalecer los huesos, pero pueden ser una importante fuente de grasas saturadas.
● El aceite de oliva situado en el centro de la pirámide, debería ser la principal fuente de grasa por su calidad nutricional. Se debe utilizar para aderezar y cocinar (una cucharada) ya que su composición única le da una alta resistencia a las temperaturas de cocción.
● Las especias, las hierbas, las cebollas y el ajo son una buena manera de introducir una variedad de aromas y sabores a los platos y una buena estrategia para reducir el uso de la sal. Las aceitunas,los frutos secos y las semillas son una buena fuente de grasas saludables, proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Un puñado de aceitunas, frutos secos y o semillas pueden ser un excelente aperitivo.
● Siempre que las creencias religiosas y sociales lo permitan, se recomienda un consumo moderado de vino y otras bebidas fermentadas (como referencia, una copa al día para las mujeres y dos para los hombres).
Semanalmente
Consumir proteínas tanto de origen animal como de origen vegetal. Los platos mediterráneos no suelen contener alimentos proteicos de origen animal como ingrediente principal, sino que son añadidos a otras preparaciones para hacerlas más gustosas.
● El pescado (dos o más raciones), la carne magra (dos raciones) y el huevo(2-4 raciones) son fuentes de proteína de alta calidad de origen animal. El pescado y el marisco son, además, fuentes de grasas saludables.
● El consumo de carne roja (menos de dos raciones, preferentemente cortes magros) y de carne procesada (menos de una ración) debe ser reducido tanto en cantidad como en frecuencia.
● Las legumbres combinadas con los cereales son una buena fuente de proteínas de origen vegetal. Las patatas se incluyen en este grupo y frecuencia de consumo por su presencia en las recetas tradicionales de carnes y pescados (unas tres raciones a la semana, preferiblemente frescas).
De manera ocasional
En el vértice de la pirámide encontramos los dulces. El azúcar, los caramelos, los pasteles, la bollería, los zumos de fruta azucarados y los refrescos azucarados se deberían consumir en pequeñas cantidades y sólo de vez en cuando.
Junto a las recomendaciones en cuanto a la proporción y frecuencia de cada uno de los grupos de alimentos, la incorporación de algunos elementos culturales y de estilo de vida es uno de los aspectos más destacados de la nueva pirámide. Su adopción se considera necesaria para obtener todos los beneficios de la Dieta Mediterránea. Estos elementos se sintetizan a partir de varios conceptos clave:
● Moderación. El tamaño de las raciones debería basarse en la frugalidad. El estilo de vida sedentario que caracteriza las sociedades urbanas actuales impone unas bajas necesidades energéticas.
● Cocinar. Se debe dedicar tiempo a la preparación de los alimentos para hacer de ella una actividad relajada y divertida que se puede realizar en familia, con amigos o con la pareja.
● Socialización. Más allá del aspecto nutricional, la convivencia potencia el valor social y cultural de la comida. El hecho de cocinar y de sentarse alrededor de la mesa en compañía de la familia y de las amistades proporciona un sentido de comunidad.
● Estacionalidad. Los alimentos de temporada, frescos y mínimamente procesados, contienen más nutrientes y sustancias protectoras. Siempre que sea posible, se debe dar prioridad a los productos tradicionales, locales, respetuosos con el medio ambiente y la biodiversidad. De este modo se contribuye a la preservación del medio ambiente y los paisajes mediterráneos.
● Actividad. La práctica regular de la actividad física moderada (un mínimo de 30 minutos a lo largo del día) proporciona grandes beneficios para la salud, como regular el gasto energético y mantener un peso corporal saludable. Caminar, subir y bajar escaleras y realizar tareas del hogar son una forma sencilla y accesible de ejercicio físico. Siempre que sea posible, se recomiendan las actividades al aire libre y en compañía, para potenciar el atractivo del ejercicio físico y reforzar los vínculos con la comunidad.
● Descanso. Descansar adecuadamente forma parte de un estilo de vida saludable y equilibrado.
Esta pirámide se plantea desde el consenso internacional y se basa en las últimas evidencias científicas en el campo de la nutrición y la salud publicadas en cientos de artículos científicos en la últimas décadas, contribuyendo así a la armonización de los instrumentos educativos que se utilizan en la promoción de la Dieta Mediterránea, y responde a la necesidad de un marco común entre los países mediterráneos, que se debe adaptar en función de las costumbres y hábitos de cada país del arco mediterráneo.